El paradigma que viene…
El Financiero de El Garaje. LQS. Noviembre 2020
… y una recomendación de lectura
No es que venga, es que ya está aquí. La Inteligencia Artificial (IA) está cambiando el mundo, no sólo el conjunto de los conocimientos, sino la forma de relacionarse y de vivir, las leyes, el papel del trabajo, todo. Igual (o más) de lo que los cambiaron la máquina de vapor o la electricidad o el uso del petróleo o la generalización del uso del automóvil o la explosión de la electrónica. Decimos más, porque, por primera vez, un cambio de paradigma tecnológico rebaja drásticamente la necesidad del trabajo. No se va a ir a más necesidad de factor trabajo sino a la constatación del hundimiento del factor (demanda de) trabajo, con todo lo que ello significa.
Ellos, los poderosos, los megaricos, las grandes corporaciones globalistas lo tienen muy claro y leen (incluidos sus sirvientes: gobiernos y grandes medios de comunicación) todo, absolutamente todo, en el marco de ese cambio.
A quién -de ellos- le importa si en unas elecciones se produce o no un fraude masivo, o si una epidemia provoca un parón económico que, precisamente favorece la implementación de medidas en el marco que “se necesita”: destrucción del empleo y empobrecimiento de millones de personas, teletrabajo, telemedicina, teleenseñanza, aumento tremendo del control de las poblaciones, concentración del PIB, hundimiento de las clases medias, dominio absoluto de la tecnología (es decir, del capital)?
A nadie, no le importa a nadie, porque todos -ellos- tienen muy claro que todo esto hace ganar tiempo y facilita (y acelera) el desmantelamiento del mundo tal y como lo conocíamos.
Tienen muy claro lo que está pasando y todo lo leen en el marco de este momento verdaderamente histórico. Se trata de avatares más o menos necesarios, más o menos provocados, a veces aparentemente caóticos, pero sin alejarse de la evolución en curso. Hace falta aún algo de tiempo para implementar las medidas que constituyen el nuevo modelo, y en ese periodo se encuentra el mundo.
No son casualidades: crisis, endeudamiento, frenazo a la globalización, Brexit, Trump.
Y, luego, “recaída” en la crisis, Covid 19, hundimiento económico, ¿Biden?, y, muy convenientemente justo después de las elecciones USA, anuncio milagro de Pfizer (la farmacéutica de Rothschild) sobre su vacuna.
Y aquí viene la recomendación de lectura. Lean el último libro de Santiago Niño Becerra (1), titulado “Capitalismo 1679-2065”. No se trata de una apuesta sobre cuándo se va a terminar (o no) el capitalismo. Se trata de una valiosa aportación para conocer el momento que estamos viviendo, sus orígenes y su (posible) evolución.
El caos que envuelve las recientes elecciones estadounidenses, con el retraso en la proclamación de resultados, la precipitada unanimidad de los gigantes de la comunicación en señalar a Biden como ganador y las denuncias de fraude masivo, son un elemento muy significativo. No porque pongan de manifiesto, una vez más, algo que ya sabíamos, que USA no es una democracia sino una plutocracia, sino porque el que los globalistas se atrevan a algo tan burdo y arriesgado significa que no se pueden permitir perder otros cuatro años, aun arriesgándose a una crisis interna que puede acabar de manera imprevisible.
Ya estamos de lleno en el mundo que con algún acierto y muchos fallos hemos intentado ir vislumbrando desde “Fast Good Food”. Han sido decenas de artículos que han intentado ir desbrozando el camino de algo que, hace unos años, cuando empezamos, se adivinaba y, luego, se ha ido viendo más claro.
Ahora, quizás no se trata tanto de debatir a partir de argumentos más o menos elaborados sobre lo que viene. Porque ya está aquí. Quizás sea el momento de poner en común, casi en tiempo real, los datos y los argumentos de todos los que puedan aportar en una situación –y en una dirección- ya mucho más definida. Más que intentar argumentar sobre la importancia de tener claro el marco conceptual que explique el mundo en el que hemos entrado (no el de hace 6 años o 20 o 40), mejor que eso sería, probablemente, ir rellenando ese mapa que poco a poco se va haciendo evidente.
En cualquier caso, para mejor definirlo, para mejor comprender donde estamos ya, lean a Santiago Niño Becerra y su “Capitalismo 1679-265” (2). No les defraudará.
Notas:
1.- Capitalismo (1679-2065). Santiago Niño-Becerra. Editorial: Editorial Ariel. ISBN: 978-84-344-3295-6
2.- Leer índice y “Antecedentes”, PDF
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Magestuoso Niño Becerra.
Ya en 2009 Alemania y el Reino Unido, rebajaron la jornada laboral a 30 horas semanales. En España las patronales decian que se hundirian las empresas si hacian eso, mientras a su jefe de la patronal CEOE (Ferraz) le metian en la carcel por ladrón.
En España, tambien el partido de la secta perniciosa Opus Dei, fundada por Franco, expoliaba al Estado hasta dejar su arcas con telarañas. Era la forma de que el Estado no pudiese controlar las mafias empresariales en su revolución ultraliberalista.
Los bancos, tras haber hecho sus operaciones crediticias, y haber recogido beneficios de los bolsillos de sus clientes, personales o empresariales. El ICO le permitia encima a traves del opusdeista Rajoy al mando en el gobierno, pedir creditos oficiales, para hacerse con las empresas que podian ser recuperadas de la quema de 600.000 de ellas destruidas tras la burbuja inmobiliaria de Aznar-Blesa-Rato. Solo el ICO le daba créditos a los bancos pese a ser un organismo oficial.
Paralelamente a esto, las operaciones de privatización, bajo la escusa de ser antimonopolistas, les ha permitido a bancos y capitalistas espabilados por la información privilegiada, hacer unos millonarios negocios. Para ahora los bancos volver a sus monopolistas fusiones. Dejando ver a las claras su gran estafa mundial. Costandoles solo algun que otro suicidio de sus ejecutivos, faciles de suplantar.
Si, como dice Niño Becerra, el capitalismo y el estado, va camino de sucumbir bajo sus mismas contradicciones. Pero lo que venga puede ser que sea controlado por mafias, mas que por gente con conciencia social. La inmensa mayoria de las personas en el mundo, se van situando comodamente en la pequeña burguesía. Y esta ya vemos que es la expeculación su interes dominante. Y el que se lo den hecho, que ellos ya se preocupan de la imagen y el postureo.
Y la mafias ya vemos lo peligrosa que son. Necesitan gente muy aleccionadas con poco en el cerebro que no sea mas que las drogas que ellos mismos le vendan. Y están armados hasta los dientes.
Lejos de mostrarse el futuro como algo esperanzador, perece presentarse cada vez mas peligroso.
Es así.
El monstruo llegó con fuerza y se trata de ver como le presentamos cara (presentar cara es el versus de alambicar sofisticadas analíticas y encontrar en ellas las muy, privadas zonas de confort intelectual).
Parece muy esquemático lo escrito…pero lo cierto es que sabemos mucho más de lo que utilizamos para estructurar esa oposición plural, mestiza…EFICAZ.
Y eso es triste.
Las izquierdas realmente existentes -bien congelada la acción socio política y sustituida por la de quienes dicen representarnos- pasamos a la “tele-acción” y eso es malo…muy malo.
Urge la integración de “analistas” en la acción socio-político-cultural cotidiana …como reclamaba el fallecido Bourdieu en sus textos sobre la necesidad de un movimiento social europeo…
Se nos pasa el arroz.