Es hora de que el rap brasileño incomode de nuevo
Brasil. En el escenario del hip hop brasileño vuelven a brotar músicos que, a diferencia de la mayoría, no entran en los lineamientos que la industria musical señaló para desarrollarse cómodamente. “Hay mucho rap de moda que no tiene ningún compromiso con la política, eso me preocupa mucho. Me parece que el rap politizado tiene que mostrar más su cara”, afirma el rapero y poeta Crónica Mendes.
Durante los últimos diez años, el rap luchó mucho para hacer aceptado. Este hecho abrió las puertas para muchos artistas que son indiferentes en relación al mundo político y social. Es hora de que el rap (y sus agentes) vuelvan a incomodar por su tenor crítico.
El mercado de las ideas
En el libro “Medios Radicales – Rebeldía en las Comunicaciones y Movimientos Sociales”, de John D. H. Downning, la cuestión del mercado de ideas es abordada de forma crítica. Según el autor, los mercados sólo permiten que las personas tengan acceso a lo que es lucrativo, no a lo que es posible, y tienen una fuerte tendencia a recompensar ideas que sustentan el status quo. Para John D. H. Downning, este hecho destruye el conocimiento en cuanto bien común. “Es lo que esta implícito en la raíz de la privatización (privado, del latín privare, privar): ella priva a las comunidades del acceso a la herencia común y concede a los derechos sobre propiedades individuales”, señala el escritor.
El hip-hop también está inserto en la lógica del capital. Su ideología reverbera por el mundo, y no es diferente con la cultura de la calle. Las relaciones en el seno del movimiento son diferentes. En el rap, algunos buscan nuevas vivencias y perspectivas colectivas, mientras otros aceptan esa realidad economicista como un hecho consumado. Seguir el orden vigente es más seguro, además de tener el apoyo de la mayoría, pero ¿luchar por cambios es mero romanticismo?
Vale mencionar que el rap versa sobre diferentes asuntos, algo legítimo, pero no da para fingir que ciertas cosas no existen. No podemos olvidar que gran parte de la población está alienada ni la gran facilidad de los políticos para desviar recursos destinados a alimentar sus intereses personales y de grupos.
Hasta el fondo
En la periferia, actitudes como la del MC Magrinho, artista de pancadón que canta “dejo a una mujer desnuda en el palco”; letras como las del MC Thiaguinho, que invade el universo infantil y envuelve a Cirilo y a María Joaquina -de la novela Carrusel- en una idea sórdida que asumen como natural y normal muchos seguidores del funk, sumados al conservadurismo de derecha reproducido también en los barrios pobres y con los temperos fundamentalistas, no pueden ser ignorados más. Al final, el rap cobra actitud del propio rap.
Es hora de perder el miedo de ser considerado falso moralista o de ignorar lo que la banda del dinero señala como correcto. En esa caldera, mucha gente se quema. Conocemos bien el lado más delgado de la cuerda. Decir que eso es lo que hay no cambia nada, pero tampoco ayuda en nada querer que solamente los otros hablen. Si la mayoría se calla, hablemos nosotros.
“No decir lo que piensa… por la sobrevivencia”
Cuando somos incapaces de reinventar un presente para un futuro diferente, seguimos el discurso vigente. Con las ideas del “vencedor”, abrazamos la falacia de meritocacia, de la predestinación y dejamos las desigualdades creadas por el capitalismo como mero aderezo para las letras del rap. Esa es nuestra frágil manera de establecer un nexo con la cuestión social.
Sabemos que muchas cosas son determinadas por la dinámica sociopolítica y económica, pero caemos en el autoengaño de creer que todo es fruto de opciones personales. Para empeorar, las redes sociales y el acceso al paraíso del consumo contribuyen para la difusión de toda la embriaguez rimada en beats y videos súper producidos.
Rap de lucha
El hip hop también genera artistas y músicos que van a contramano de las indicaciones del mercado. Ba Kimbuta, rapero que lanzó el CD “Universo negro paralelo” -uno de los trabajos más relevantes del 2012- mantiene un discurso repleto de un Brasil urbano, con temática negra y de crítica al capitalismo. El videoclip “Consumo” junta la versatilidad estética y el contenido explosivo.
“Hay mucho rap de moda que no tiene ningún compromiso con la política, eso me preocupa mucho. Me parece que el rap politizado tiene que mostrar más su cara”, afirma el rapero y poeta Crónica Mendes, en una entrevista publicada en la página electrónica del periódico Brasil de Fato. Crónica, del grupo La Familia, prepara su disco como solista. El nuevo trabajo del rapero experimenta e incluye instrumentos diferentes de lo que usó con sus compañeros de La Familia, pero continúa con esa tonalidad politizada y periférica. El sencillo “El nombre de ella” tiene como tema a la favela.
Hecho por artistas de una generación más joven, el vídeo “Transporte público”, del MC Rincón Sapiencia -más conocido por las canciones “Elegancia” y “Salir para gastar”- sorprendió al conjuntar forma y contenido para hablar de las dificultades que pasan los moradores de los barrios de la periferia. El video fue lanzado la misma semana en que el prefecto de Sao Paulo, Fernando Haddad, anunció la implementación del billete mensual, y se realizaron protestas contra el aumento de la tarifa del ómnibus en Porto Alegre.
“De origen africana”, vídeo del D´origen, vencedor de la segunda edición del Festival Mujeres MC´s, trae un rap lleno de actitud que habla de los ancestros, del activismo y la negritud, asuntos importantes, pero que en la lógica del mercado son ultrapasados. En la misma línea, pero con un flowy estilo diferente, el grupo Opanijé habla sobre la lucha contra el consumo desenfrenado, la conciencoa y el vivir cotidiano del pueblo que lucha para sobrevivir en medio de los problemas que no fueron creados por él. El video de la música “Se dice” muestra un rap alternativo y enraizado.
Por una causa mayor
El hermanamiento entre Dragones de Komodo y el FreakShow de Portugal, resultó en “Por una causa mayor”, que habla sobre la resistencia, el trabajo y la fuerza que debemos tener para no dejar que el dinero dicte todas las relaciones. “Están dando Copa del Mundo a quien implora por la vida”, es una frase que resume bien la onda de los Dragones.
Auarerê Ichá y Sandrão (RZO) llegaron firmes con la música “Boitatá”, rap tupi-guaraní. Con imágenes extraídas de los largometrajes “La sombra de un delirio verde (2011)” y “Tierra Roja (2008)”, el video trata sobre la cuestión indígena.
Hablando de fe y perseverancia, el grupo Colectivo02 habla de la agitación y la búsqueda de fuerza para entender los problemas de quien vive en la base de la pirámide social. Su idea de “vencer” es saber que no se está solo; fe y fuerza en el poder colectivo envuelven sus rimas. Para finalizar, la esencia del hip-hop contra la transformación de la cultura en mercancía es presentada en el video “Namaste”, de Monge MC, y en la poesía de Fino du Rap. Durante los últimos diez años, el rap luchó mucho para hacer aceptado. Este hecho abrió las puertas para muchos artistas que son indiferentes en relación al mundo político y social. Es hora de que el rap (y sus agentes) vuelvan a incomodar por su tenor crítico.
Publicado en desinformemonos.org