La conferencia política del PSOE, y la política de izquierdas hoy

La conferencia política del PSOE, y la política de izquierdas hoy
Confieso que he bajado de internet la ponencia de la Conferencia Política del  PSOE que se celebrará el próximo fin de semana, y he tenido la paciencia de dedicarle algo más de dos horas a la lectura de sus 1798 propuestas. He de destacar que al margen de su llamativa presentación en internet, no he encontrado ninguna llamativa propuesta de izquierdas en su contenido.
 
Lo primero que destaca el documento en su presentación, es que dicha Conferencia Política es solamente para la reflexión política e ideológica, pero que su resultado no será mandato imperativo para la dirección del partido. O sea, que lo que allí se apruebe, no tiene por qué ser de aplicación política.
 
Lo segundo a destacar, es que el programa electoral lo elaborará el candidato o candidata que salga elegido(a) de las primarias, y ese será aprobado por la dirección del partido. O sea, que lo de debate colectivo para la elaboración del programa, basado en las reflexiones colectivas, nada. El candidato o candidata electa o electo decide el programa, y los demás a obedecer. Y luego, si sale elegido, aplicará lo que le venga en ganas del programa, y lo que no venga en el programa será de libre aplicación por el elegido. Así es la “elaboración democrática y colectiva” de la política en el PSOE.
 
Al margen de las falsedades históricas de la ponencia, la crisis económica parece algo caído del cielo, por alguna maldición divina, en la que las políticas capitalistas neoliberales impuestas mediante la globalización , en estos últimos 30 años, no parecen tener ninguna responsabilidad sobre la actual situación. Políticas de la que han sido participes y artífices el PSOE y la Internacional Socialista, tanto cuando estaban en el gobierno con Felipe González y Zapatero, como cuando han estado en la oposición.
 
Las políticas de “crecimiento económico permanente y la estabilidad presupuestarias”, dos dogmas del neoliberalismo, han sido y son impuestas desde organismos como el FMI, la OCDE, el BCE, el club Bilderberg, y otros, organismos sin elección democrática, nombrados a dedo, para la defensa de los intereses del gran capital y la gran banca, en los que han participado y participan destacados dirigentes socialistas, como el que fue presidente del FMI, Dominique Strauss-Khan, o el siniestro club Bilderberg, en una de cuyas últimas reuniones participó Zapatero, entre otros socialistas.
 
Las políticas neoliberales profundizaron la miseria y las desigualdades sociales en América Latina, en algunos casos mediante dictaduras sangrientas como en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Bolivia o Paraguay, o en otros mediante políticos corruptos como el socialista Carlos Andrés Pérez en Venezuela, o Rafael Caldera, y todas esas políticas fueron impuestas con el apoyo de EE.UU, y sus aparatos represivos del ejercito, CÍA, etc…, y financiadas con millonarias aportaciones de empresas como ITT, y otras. Afortunadamente, las políticas antineoliberales de los actuales gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, etc…, están reduciendo la miseria heredada, y están abriendo perspectivas de futuro para sus pueblos.
 
Esas mismas políticas neoliberales desarrollaron guerras y miserias,  por el dominio del petróleo, el gas y otras materias primas en Irak, Afganistán, Paquistán, Libia, Siria, Somalia, Chad, Sudan, Congo,etc…., guerras en las que ha participado y participa la OTAN, apoyada por la UE, y el PSOE, en cuya políticas guerreras han participado afamados socialistas como Javier Solana.
 
Esas mismas políticas neoliberales, son las que han llevado, y están llevando a los países de la Europa del sur a la ruina, entre otros Grecia, Portugal, Italia, y España, con 6 millones de parados, políticas en las que también participan, y han participados afamados socialistas como Solbes o Joaquín Almunia, por citar algunos.
 
Ante esta cruda realidad, que la ponencia de la Conferencia Política del PSOE ignora, y reitero, de la que sus dirigentes han sido y son partícipes, el documento propone que el PSOE “gobierne la globalización”, y se pronuncia defensor “de la deslocalización productiva”, como política que ha ayudado al desarrollo de nuevos territorios. O sea, que el PSOE se propone administrar la globalización en favor de los intereses del gran capital, de la gran banca y multinacionales.
 
Sobre la situación española, y sus 6 millones de parados, el documento no realiza la más mínima autocrítica por la responsabilidad de los gobiernos de Felipe Gonzalez, que desmanteló la industria española del carbón, la siderurgia, la construcción naval, etc…, destruyendo miles de puestos de trabajo. Gobierno que fue artífice de la privatización de sectores estratégicos, de la precarización laboral mediante la reforma laboral que creó más de 30 modalidades de contratos laborales, creó e impulsó las doblemente explotadoras  Empresas de Trabajo Temporal, que inició el desmantelamiento del INEM, etc… Gobierno que inició el modelo de crecimiento especulativo del ladrillo, algunos de cuyos exponentes más destacados fueron la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona. Tampoco hace ninguna mención a las políticas neoliberales de Zapatero, como la reforma constitucional  con el PP, que consagró en la Constitución el dogma neoliberal de “la estabilidad presupuestaria”, ni su última reforma laboral.
 
La ponencia abandona la recuperación económica a la iniciativa privada, sin mencionar la potenciación y desarrollo del sector público. Y por supuesto, ni mención al modelo antidemocrático de la actual ley electoral, pactada en su momento por el PSOE y demás derechas, para facilitar el bipartidismo muñidor del modelo neoliberal.
 
Todo ello avala la idea de que, la Conferencia Política del PSOE no es más que un montaje publicitario para frenar la sangría de pérdida de votos, y para consolidar su apuesta por el neoliberalismo, sin ningún contenido de izquierdas. Y el debate de las primarias, cuyo modelo fortalece la decisión unipersonal sobre la colectiva, y que pretende ser la cortina de humo que oculte la falta de políticas de izquierdas.
Las políticas de izquierdas hoy, en tiempos de la hegemonía neoliberal en el mundo y en Europa, pasan por la confrontación con las políticas neoliberales, sus ajustes fiscales, de precariedad laboral, de libertad del mercado y el libre comercio, impulsores de todos los movimientos especulativos, y de guerras en el mundo.
 
Ser de izquierdas hoy, es confrontar con las políticas del FMI, del BM, del BCE y del la UE. Significa proponer la salida de España de la OTAN y la desarticulación de ese organismo de guerra, y de las bases extranjeras en territorios español y europeo.
 
Ser de izquierdas hoy, es apostar por la creación de una fuerte banca pública, que facilite la inversión para el desarrollo de una potente industria pública, que cree miles de puestos de trabajo.
Ser de izquierdas hoy, es defender la nacionalización de los sectores estratégicos, defender la reforma agraria para la recuperación de una agricultura ecológica que cree miles de puestos de trabajo, acabando con los cultivos especulativos, las tierras abandonadas, y desarrolle la industrialización del campo.
 
Ser de izquierdas hoy, es impulsar una democracia participativa, que modifique la injusta ley electoral, y que proponga una constitución que contemple el referéndum decisorio en todos aspectos de la política, y el derecho de revocación de los cargos públicos.
 
Ser de izquierdas hoy, es  defender el derecho de elección de la forma de estado, y que reconozca constitucionalmente los derechos al trabajo, a la vivienda, a la jubilación digna, a la sanidad y enseñanza públicas de calidad, entre otros derechos.
 
Ser de izquierdas hoy, es luchar por la reducción de la jornada laboral a 35h semanales para el pleno empleo, el contrato fijo para todos los trabajos de actividad continuada, dejando el contrato eventual sólo para aquellos trabajos de actividad no continuada, con un mínimo de 30h semanales.
 
Ser de izquierdas hoy, es defender la jubilación a los 60 años para los hombres y 55 años para las mujeres, y la reducción del abanico salarial en todas las empresas públicas y privadas de 1 a 3, desde la categoría más baja, hasta el más alto ejecutivo, directivo y Presidente de Gobierno.
Ser de izquierdas hoy, es luchar por un nuevo movimiento obrero, unitario, asambleario, democrático y de clase, que ponga fin al sindicalismo de conciliación de clase, y de acuerdos basados en las políticas neoliberales.
 
Ser de izquierdas hoy, es desarrollar una gran lucha ideológica que combata el nihilismo político impulsado por el neoliberalismo, una democratización real de los medios de comunicación, hoy, todos ellos en manos de las derechas neoliberales.
En fin, ser de izquierdas hoy, es confrontar con alternativas de clase todas las políticas neoliberales, apostando por aniquilar el neoliberalismo, y no por su gestión.
 
No quiero acabar este artículo, sin denunciar la grave falsedad histórica que recoge la ponencia sobre el denominado “estado del bienestar”, cuyos logros otorga casi en exclusividad a los socialdemócratas.
 
En estos días, en los que se cumplen los 96 años de la Gran Revolución de Octubre, es de justicia histórica reconocer que las conquistas de los trabajadores en la URSS tras el triunfo de la primera revolución de los trabajadores y campesinos, levantó grandes expectativas y simpatía en millones de trabajadores del mundo entero, que atraídos por esos logros, lucharon en sus respectivos países por conseguir los mismos derechos.
Solo la lucha de millones de trabajadores, y el temor de los gobiernos burgueses a que se pudiera extender la revolución proletaria a sus países, hizo que las burguesías claudicaran, y reconocieran ciertos derechos de los trabajadores. Esas conquistas fueron el inició del estado del bienestar, derechos que se han ido recortando en los países capitalistas a medida que han avanzado las políticas neoliberales, tras el hundimiento de la URSS.
 

LQSRemix

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