Medio siglo del mejor Bob Dylan en directo: ‘Before the flood’

Medio siglo del mejor Bob Dylan en directo: ‘Before the flood’

Por Mariano Muniesa

En junio de 1974 se editó ‘Before The Flood’, el disco que plasmaba el regreso de Dylan a la carretera tras varios años de muy escasa, por no decir ninguna actividad en directo. Un álbum que está a mi juicio entre lo mejor de su discografía

El mejor disco en directo de Dylan

Cuando Bob Dylan y The Band subieron al escenario del Chicago Stadium de la Madison Avenue de la mítica ciudad estadounidense el 3 de enero de 1974, fueron recibidos por el rugido ensordecedor de una audiencia que vivió aquel momento como el de la segunda venida de Jesucristo a la tierra. Tres shows en Chicago iniciaron una ambiciosa gira de 40 conciertos, un viaje por 21 ciudades que puso fin a siete años de relativo aislamiento después del accidente de motocicleta que sufrió Dylan el 29 de julio de 1966 cerca de su casa en Woodstock. Su convalecencia detuvo abruptamente la trayectoria de una carrera en ese momento inmersa en un apogeo creativo sin precedentes, marcado por el lanzamiento un mes antes de ‘Blonde On Blonde’, el magistral álbum doble en el que según siempre confesó a sus más íntimos, encontró el equilibrio entre sus raíces folk y la inquietud que había despertado en él el rock´n´roll.

Desde el día de aquel accidente hasta aquel enero de 1974 las apariciones de Dylan en el mundo del rock fueron esporádicas y anecdóticas. En lo tocante a su producción musical, sus álbumes de estudio posteriores al accidente se alejaron de la potencia de su trilogía eléctrica de mediados de los años 60 para girar hacia la austeridad. ‘John Wesley Harding’ de 1967 pareció siempre un álbum de transición, ‘Nashville Skyline’ de 1968, viró hacia un country-rock apacible y ‘New Morning’ le devolvió al éxito comercial en 1970 sin perjuicio de que dividiera a la crítica. Dejando al margen ‘Self Portrait’ y la banda sonora de ‘Pat Garrett & Billy The Kid’, de 1973, así como sus dos singles de 1971 “Watching the River Flow” y “George Jackson”, retomando en este último su fervor por la canción protesta, nada hacía pensar que Bob Dylan podría volver a significar un revulsivo en el rock y en la música popular contemporánea. Tampoco ayudaron mucho sus eventuales actuaciones en el concierto tributo a Woody Guthrie de 1968 en el Carnegie Hall, su actuación en el Festival de la Isla de Wight en 1969 y su aparición en el Concierto de Bangladesh de George Harrison en agosto de 1971. Parecía haberse acomodado en el status de “special guest” y nadie apostaba porque volviera a la carretera en serio entre 1972-73.

Sin embargo, a partir de 1973 Dylan recuperó su espíritu inquieto y su alma de judío errante dispuesto a hacer de la carretera su hogar, pero propiciando antes una serie de cambios determinantes en su carrera. Después de diez años residiendo en Nueva York, se alejó de Albert Grossman y cambió Woodstock por Malibú en la costa oeste. Igualmente, rompió con Columbia Records y aceptó la oferta de Asylum Records, el sello del manager convertido en nuevo magnate de la industria del disco, David Geffen, en Los Ángeles. Estaba claro que Bob Dylan renacía de sus cenizas y volvía, pero rompiendo todos los lazos con su pasado y con un plan maestro bajo el brazo, ideado junto a Robbie Robertson de The Band, David Geffen y el mítico promotor Bill Graham: grabar con The Band un nuevo disco de estudio y presentarlo en una gira por Estados Unidos para editar después el álbum en vivo de la gira.

Tras tres semanas de sesiones de composición e intensos ensayos, entre el 2 y el 14 de noviembre de 1973 Bob Dylan grabó en los Village Recorder Studios de Santa Mónica, California, el álbum ‘Planet Waves’, así denominado en honor a la salida del planeta Saturno de su carta astrológica, algo a lo que supuestamente atribuyó el “desbloqueo” de sus energías. El disco se editaría en enero de 1974 y seria presentado en una gira que en un primer momento no iba a ser demasiado larga, pero…

“Al principio, la idea era que Bob hiciera 10 ó 12 conciertos”, recordaría más tarde Bill Graham. “Pero todos le instaron a hacer más, porque nadie le había visto en mucho tiempo y las ofertas empezaron a ser millonarias”. Después de una agotadora semana de reuniones, Graham volvió a Malibú, puso un mapa americano encima de la mesa de la terraza y señaló 40 posibles conciertos. “¡¡No lo podía creer!! ¡¡dijo que sí a todos!! Cielos, ese día creí en dios”, recordó el legendario manager. Más todavía: los conciertos de la gira se grabarían para editar un álbum oficial en directo. Ese álbum que acaba de cumplir 50 años el pasado 20 de junio sería ‘Before The Flood’.

Como se reconstruyó en ‘Before The Flood’, los conciertos comenzaban con “Most Likely You Go Your Way (And I’ll Go Mine)”, uno de los rocks más potentes de ‘Blonde on Blonde’, endurecido aún más por el tratamiento que The Band dieron a la canción. “Lay Lady Lay” adquirió una intensidad desconocida hasta ese momento, “Rainy Day Women #12 & 35”, se convirtió en un magnífico blues y en la versión de “Knockin’ on Heaven’s Door”, grabada el 30 de enero de 1974 en el Madison Square Garden de Nueva York, pocas veces se vive y se siente una compenetración más fuerte entre Bob Dylan y sus músicos de este periodo.

La secuencia del álbum se ajustó al formato de los conciertos, comenzando con un set de apertura con el conjunto completo, seguido de un set de The Band y un set acústico solista de Dylan. En la parte de The Band, siempre destacó una de las nuevas canciones de Robertson, “Endless Highway”, un himno de carretera interpretado a modo de nervioso medio tiempo, mientras que la parte dedicada a Dylan como solista recompensó a sus primeros fans con una compacta selección de tomas acústicas sin adornos, incluyendo “Don’t Think Twice, It’s All Right” y “Just Like a Woman”. Para el álbum, el set acústico se condensó aún más a solo esas dos canciones más “It’s All Right Ma (I’m Only Bleeding)”.

En el disco, el concierto avanza hacia su final con un inteligente equilibrio entre la aventura y la nostalgia. El fantasma de Jimi Hendrix preside “All Along the Watchtower”, que abarca la potencia de fuego que el difunto mago de la guitarra había desplegado en su atronadora versión de 1968 sin intentar imitar su estilo por parte de Robertson. A partir de ahí, los seis músicos analizan el legado de Dylan con impresionantes versiones de “Highway 61 Revisited” y “Like a Rolling Stone”, antes de culminar con un enfático reinicio eléctrico de “Blowin’ in the Wind”.

Críticos del prestigio de Greil Marcus o Robert Christgau no tuvieron ambages en señalar ‘Before The Flood’ como uno de los mejores discos en directo de todos los tiempos. 50 años después, en junio de 2024, debemos reconocer que no se equivocaron.

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