“La carrera de Aerosmith es realmente algo para celebrar por siempre. Todas las cosas deben pasar antes o después — pero el trabajo inspirador de Aerosmith vivirá — junto con los recuerdos de una de las bandas más increíbles que jamás haya pisado un escenario…”
¡Hasta siempre, queridos forajidos!
La noticia se hizo oficial a principios de agosto y por tanto era inevitable dedicarles una nota de despedida. Fueron, son, y serán muy grandes. Una genuina banda de puro rock, Aerosmith, a la que ya no volveremos a ver en directo…
En sus comienzos hubo cierta prensa que les criticó, en especial a su cantante Steven Tyler y que les consideró despectivamente como unos imitadores poco afortunados de los Rolling Stones. Les costó lograr un puesto de prestigio en el rock americano y cuando estaban a punto de lograrlo la formación se rompió por la abrupta marcha del grupo de su guitarrista Joe Perry en 1979 y pasaron épocas ciertamente difíciles. Sin embargo, casi desde sus más primigenios inicios, estuvieron tocados por esa magia única que el rock´n´roll otorga a determinadas formaciones y pese a todo, se convirtieron en una banda realmente emblemática del hard rock americano cuya personalidad, estilo y sonoridad dejó una influencia y una huella indeleble en todas las generaciones del rock duro americano posteriores. Guns N’Roses, Mötley Crüe, Skid Row, Bon Jovi, Nirvana, Pearl Jam o el propio Ozzy Osbourne siempre mencionaron a Aerosmith como un grupo al que respetaban, admiraban y por los que sentían un afecto especial.
La noticia es ya oficial y ha supuesto un golpe muy duro de encajar para el mundo del rock a todos los niveles. El viernes 2 de agosto de 2024 en un emotivo y sentido comunicado que no dejaba lugar a dudas sobre la sinceridad de la banda, Aerosmith anunciaron que ya nunca volverán a subirse a un escenario y que abandonaban la carretera para siempre. Las fechas de su gira de despedida, “Peace Out Tour” que habían sido suspendidas en 2023 por los problemas vocales de Steven Tyler no serían reprogramadas. El 3 de septiembre de 2023 fue definitivamente el último concierto en la historia de Aerosmith.
“Fue en 1970 cuando una chispa de inspiración se convirtió en Aerosmith”, comenzaba diciendo el comunicado. “Gracias a todos vosotros, nuestra Blue Army, esa chispa se encendió y ha estado ardiendo durante más de cinco décadas. Algunos habéis estado con nosotros desde el principio y todos sois la razón por la que hicimos historia en el rock ‘n’ roll. El honor más grande que hemos recibido en nuestra vida ha sido el que nuestra música haya formado parte de vuestras propias vidas. En cada club, en cada anfiteatro, tanto en los grandes como en los menos grandes, nos disteis un lugar en la banda sonora de vuestras vidas y eso será siempre lo más grande de nuestra carrera”.
El comunicado continuó explicando el motivo de su retirada de la carretera: la lesión vocal de Steven Tyler, quien ha hecho todos los esfuerzos imaginables para recuperarse y ha trabajado codo a codo con su equipo médico, pero que finalmente ha tenido que enfrentarse a la dura realidad: sus cuerdas vocales ya no podían dar más de sí. Obviamente, ante la imposibilidad de que Tyler pudiera ser sustituido por otro cantante, el grupo en un gesto tan inteligente como generoso, decidió no volver a los directos.
Queda la posibilidad de que el grupo siga editando material discográfico, pero teniendo en cuenta que su último álbum de estudio, ‘Music From Another Dimension!’ data de 2012 y dado que Tyler no puede cantar, la única opción medianamente realista pasaría por la reedición de antiguos discos, rescatar de los archivos viejas outtakes y explotar el pasado a base de las consabidas ediciones aniversario, pero Joe Perry, preguntado en los últimos días por esta cuestión, se refirió a ella simplemente como una posibilidad de la que no habló en términos precisamente entusiastas.
Esbozar una historia de Aerosmith requeriría, como ustedes pueden imaginar, un espacio muy superior al de este artículo, pero aun así merece la pena glosar alguno de los episodios más relevantes que esta banda ha protagonizado desde que a comienzos de 1973 apareció en todas las tiendas su disco debut ‘Aerosmith’. A mediados de la década sus álbumes ‘Toys In The Attic’ (1975) y ‘Rocks’ (1976) lograron un inmenso éxito tanto en América como en Europa -su primera gira por el viejo continente tuvo lugar en el otoño de 1976- y mantuvieron viva la llamada del hard rock en unos años de transición, en los que los grandes dinosaurios de comienzos de los 70 ya habían perdido el liderazgo y el relevo de los 80 aún no asomaba con la excepción de Van Halen. A esa época pertenecen canciones como “Walk This Way”, ”Toys In The Attic”, “Sick As A Dog” o “Back In The Saddle”, desde entonces siempre inevitables en sus set-lists, como su mítica “Draw The Line” de 1977. Esos años, que se coronan con la edición de su histórico álbum en directo ‘Classics Live’ son sin duda, los más recordados de toda su trayectoria.
Problemas con las drogas, enfrentamientos con su management y las consecuencias de un frenético ritmo de trabajo entre estudios de grabación y giras provocaron un descenso muy notable en sus producciones –‘Nights In The Ruts’ (1979) mostraba a un grupo creativamente agotado, estresado y funcionando por mera inercia- y tras la marcha de Joe Perry, a comienzos de los 80 la banda estuvo a punto de desaparecer. Su álbum de 1982 con Jimmy Crespo como guitarrista, ‘Rock And A Hard Place’ mostró signos de recuperación, pero ya era tarde; se notaba la ausencia de Perry, Tyler estaba a punto de dejar sus huesos en cualquier callejón en una discusión con sus traficantes o en una sobredosis de jaco y su compañía CBS no apostó por ellos, despidiéndoles en 1983 con sus cuentas bancarias a cero, olvidados por el show-business y virtualmente disueltos.
Sin embargo y cuando nadie lo esperaba, surgió una suerte de hada madrina llamada David Geffen, uno de los capos de la industria discográfica más poderosos de los años 80 que convenció a Tyler y a Perry para volver a trabajar juntos, pagó todas las facturas necesarias que le venían de las clínicas de rehabilitación para drogadictos y hasta les adelantó dinero para evitar los desahucios de sus casas a finales de 1984. Aerosmith resurgieron en 1985 con ‘Done With Mirrors’, ‘Permanent Vacation’ en 1987 y ‘Pump’ en 1989, volvieron a lo más alto y desde entonces, nunca dejaron de brillar con luz propia, protagonizando espectaculares giras, encabezando festivales multitudinarios como el Monsters Of Rock de Donington Park o el Sweden Rock Festival. No toda su producción discográfica desde entonces mantuvo el mismo nivel de calidad, pero su condición de puros animales del directo nunca se atenuó.
No se me ocurre mejor conclusión a este artículo que la que ha publicado en sus redes sociales el guitarrista de Queen Brian May y que suscribo punto por punto. “Esta noticia me ha hecho llorar. Aerosmith ha sido una gran parte de mi vida, como lo ha sido para millones de otros fanáticos del rock. Steven Tyler se destaca como uno de los mejores vocalistas y líderes de todos los tiempos y es desgarrador que su extraordinaria voz haya sido tan dañada. Todos enviamos nuestro amor y nuestras oraciones por tu recuperación, Steve. La carrera de Aerosmith es realmente algo para celebrar por siempre. Todas las cosas deben pasar antes o después — pero el trabajo inspirador de Aerosmith vivirá — junto con los recuerdos de una de las bandas más increíbles que jamás haya pisado un escenario”.
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