Bruce Springsteen canta Manifiesto de Victor Jara en Santiago de Chile
Bruce Springsteen y la E Street Band comenzaron la última etapa de su gira de 2013, denominada Wrecking Ball, cantando 29 canciones a lo largo de un show de tres horas y diez minutos en el Movistar Arena en Santiago de Chile el jueves por la noche.
Fue el primero de los cuatro conciertos ofrecidos en América del Sur, que finalizarán con el festival Rock in Rio el 21 de septiembre. La primera y única vez hasta ahora que Springsteen había actuado en América del Sur fue en septiembre de 1988, cuando ofreció tres actuaciones en el marco de la gira “Amnistía Internacional – Human Rights Now”.
Las piezas interpretadas eran una serie de sus temas habituales, pero los bises se iniciaron con una sorpresa. Con sólo Nils Lofgren a la guitarra acústica y Curt Ramm a la trompeta, Bruce interpretó en español una canción escrita por Víctor Jara titulada Manifiesto.
Fue una de las últimas canciones que Jara escribió antes de ser asesinado en septiembre de 1973 en el marco del golpe de Estado del general Pinochet en Chile. Víctor Jara fue un cantante popular chileno, profesor, director de teatro, poeta, cantante y compositor, activista político y miembro del Partido Comunista de Chile.
En la mañana del 12 de septiembre 1973 Jara fue llevado, junto con otros miles de personas, como prisionero al Estadio de Chile (rebautizado como Estadio Víctor Jara en septiembre de 2003). En las horas y días que siguieron, muchos de los detenidos en el estadio fueron torturados y asesinados allí mismo por las fuerzas militares. Jara fue golpeado y torturado en varias ocasiones, y le quebraron los huesos de sus manos al igual que sus costillas. Algunos compañeros, presos políticos también, han declarado que sus captores se burlaban de él pidiéndole que tocara la guitarra para ellos mientras yacía en el suelo con las manos rotas. Desafiante, les cantó unas estrofas de Venceremos, una canción de apoyo a la coalición de la Unidad Popular. Después de nuevas palizas, fue ametrallado el 16 de septiembre, su cuerpo fue arrojado en una carretera a las afueras de Santiago y luego trasladado a una morgue de la ciudad donde se encontraron 44 balas en su cuerpo.
El 3 de diciembre de 2009, un funeral masivo tuvo lugar en el Galpón Víctor Jara junto a la Plaza Brasil. Los restos de Jara fueron honrados por miles de personas y luego volvieron a enterrarlos en el mismo lugar donde había sido enterrado en 1973. El 28 de diciembre de 2012 un juez de Chile ordenó la detención de ocho exoficiales del Ejército por su presunta participación en su asesinato. Se emitió una orden internacional de arresto contra uno de ellos, Pedro Barrientos Núñez, acusado de haber disparado a Jara en la cabeza durante una sesión de tortura. Barrientos vive en Florida y las autoridades estadounidenses han incumplido la orden judicial.
El 4 de septiembre de 2013, el Center for Justice and Accountability (Centro por la Justicia y la Rendición de Cuentas) presentó una demanda en los tribunales de EE.UU. contra Pedro Barrientos, en nombre de la viuda y los hijos de Víctor Jara. La demanda acusa a Barrientos de detención arbitraria; tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes; ejecución extrajudicial; crímenes contra la humanidad con arreglo a la Ley de demandas de extranjeros por ilícitos civiles (Alien Tort Statute – ATS); y tortura y el asesinato extrajudicial judicial con arreglo a la Ley de protección a las víctimas de la tortura (Torture Victims Protection Act – TVPA), en relación con la muerte de Víctor Jara. La demanda establece que Barrientos es responsable de la muerte de Víctor Jara como autor directo, así como comandante y colaborador indirecto de los crímenes del Estadio de Chile.
Manifiesto
Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón,
tiene corazón de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita
santigua glorias y penas,
aquí se encajó mi canto
como dijera Violeta
guitarra trabajadora
con olor a primavera.
Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morirá cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una alondra
hasta el fondo de la tierra.
Ahí donde llega todo
y donde todo comienza
canto que ha sido valiente
siempre será canción nueva.
Publicado en http://www.tlaxcala-int.org/