¿Quién mató a Rodolfo?
Mónica Oporto*. LQSomos. Junio 2015
”Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo
y en su país es una contradicción andante;
y el que comprendiendo no actúa,
tendrá un lugar en la antología del llanto,
no en la historia viva de su tierra.”
Rodolfo Walsh
Volvamos a decir lo que ya sabemos.
Porque es necesario que no se olvide.
El 24 de marzo de 1977 el periodista y escritor Rodolfo Walsh envió una carta a la Junta Militar que había usurpado el poder en Argentina.
Esa carta, que redactó contando con información fidedigna y le llevó más de tres meses de trabajo, era una denuncia clara y dura acerca de los actos contra todo derecho que estaban realizando fuerzas militares y cívicas en Argentina.
No era la primera denuncia ni la primera investigación profunda que hacía Walsh quien, acostumbrado a escribir cuentos policiales, mantenía una lógica de ajedrez a la hora de armarlos, y demostró aplicar la misma lógica para resolver varios casos policiales.
Logró descifrar quién mató a Rosendo García, dirigente de la UOM asesinado en la confitería La Real en Avellaneda. En el mismo hecho resultaron dos militantes de la resistencia peronista. Rearmó los últimos días de los civiles que habían decidido apoyar el movimiento encabezado por el Gral. Juan José Valle y que terminarían acribillados en un basural de José León Suárez. El resultado fue expuesto en su conocido “Operación Masacre”. Investigó el caso Satanowsky, un prestigioso abogado asesinado en 1957. Walsh consideraba, además, que había una alta probabilidad de que el hecho estuviera vinculado a la propiedad de las acciones del diario La Razón.
Walsh fue un hombre de decir y de hacer, de pensar y de llevar a la práctica. De comprometerse con su pensamiento y con la realidad.
Por eso, aquél 24 de marzo de 1977, al enviar aquella carta, sabía que significaba su sentencia de muerte. Fue un acto desafiante. De principio y de fin. Eterno.
Aquella tarde de 1977 lo esperó un grupo de miembros de distintas fuerzas armadas y de seguridad. El grupo “de la Unidad de Tareas 3.3.2 de las ESMA” estaba compuesto por entre 25 y 30 personas fuertemente armadas. Lo interceptaron en la avenida San Juan, entre Combate de los Pozos y Entre Ríos. Walsh intentó defenderse con una pistola del 22. Lo balearon. Así fue llevado a la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada).
Diversos detenidos sobrevivientes de la ESMA declararon en los juicios. Algunos lo vieron, pero no pudieron precisar si estaba vivo. Según el testimonio del exdetenido, Martín Grass sobre la muerte de Rodolfo Walsh, vio su cuerpo en el sótano de la ESMA: “… el cuerpo acribillado de Rodolfo, con el pecho cortado por una diagonal de impactos, tirado en el cemento frío. … lo reconoció y se estremeció. Había visto otros muertos por las balas, pero nunca un cuerpo al que le hubieran disparado con tanto odio, quizá porque querían agarrarlo con vida y Rodolfo se resistió para impedirlo. ¿Y qué hicieron con él?, pregunté. No sabía; suponía que quizá lo hubiesen quemado, porque difícilmente preparaban un vuelo para tirar sólo un cuerpo al río. En estos casos, en la ESMA solían desaparecerlos con lo que ellos llamaban un “asadito” (1).
Gracias al impulso dado desde 2003 por el gobierno del Dr. Néstor Kirchner a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, en 2010 Lilia Ferreyra (2) declaró como testigo en la megacausa ESMA. En ese juicio fueron condenados los responsables de la desaparición de Rodolfo Walsh.
Fueron estos represores: Roberto Oscar González, hoy detenido y puesto a disposición para ser extraditado (3). González se hallaba prófugo en Viamao, ciudad cercana a Porto Alegre. Había formado parte del grupo que asesinó a Walsh junto a otros que se encuentran acusados: Julio César Coronel, Enrique Yon, Ernesto Frimon Weber, Pedro Osvaldo Salvia, Juan Carlos Fotea, Juan Carlos Linarez, Gonzalo Sánchez, Roberto Naya, Carlos Orlando Generoso, Héctor Antonio Febres. Los otros involucrados en el crimen: Alfredo Astiz, el “tigre” Acosta, Jorge Rédic y Jorge Vildoza.
Gonzalo Sánchez había sido detenido en el balneario de Angra dos Reis en febrero de 2013. Era uno de los prófugos.
De Jorge Vildoza, presuntamente “muerto e incinerado” en Sudáfrica, no se cuenta con confirmación.
Pedro Osvaldo Salvia vivía junto con González, pero había fallecido el 18 de junio de 2015.
Si bien sabemos quién mató a Rodolfo (mas bien quiénes), en el tiempo transcurrido no se ha logrado saber dónde está, qué pasó con sus restos.
Hubiera sido un caso que él, seguramente, hubiera podido descubrir.
Notas:
1.- A 79 años del nacimiento de Rodolfo Walsh
2.- Lilia Ferreyra, la última pareja de Walsh, fue militante y periodista, compañera de Rodolfo Walsh desde Prensa Latina y la CGT de los Argentinos, y cuando éste fue secuestrado y desaparecido luego de repartir la Carta Abierta a la Junta Militar. A partir de ese momento, Lilia comenzó una lucha incansable Fue integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). También se desempeñó como periodista del diario Página/12 desde su fundación.
3.- Un represor cayó en Brasil
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* Mónica Oporto es miembro de la Asamblea de Redacción de LQSomos, desde Buenos Aires, Argentina.
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