De Frente Popular a Unidad Popular

Cristina Calandre Hoenigsfeld. LQSomos. Junio 2015

Madrid, Valencia y Barcelona, de capitales del frente popular de la II Republica Española a referentes de la Unidad Popular, de la próxima III Republica.

Es bien conocido que según se desarrollaba la Guerra de España, el gobierno de la II República, fue trasladando la capital, de Madrid a Valencia (1936- 1937) y finalmente a Barcelona (1938-39).

Menos conocida es la valiente actuación de la Junta Para Ampliación de Estudios (JAE), la gran institución científica republicana de “antes de la Republica”, que estuvo activa e investigando hasta el final (1936-39), en Madrid, Valencia y Barcelona, las tres capitales de la República en guerra, bajo la legalidad de la Constitución republicana de 1931.

Muchos fueron los científicos involucrados en la defensa de la legalidad republicana, como mi abuelo, el eminente cardiólogo Doctor Luis Calandre Ibáñez, subdelegado de la JAE en Madrid, el genetista Antonio de Zulueta, el gran químico Enrique Moles, el filólogo Tomás Navarro Tomás, el geólogo Royo Gómez, el naturalista Ignacio Bolívar, el Doctor Márquez y muchos otros, que luego fueron duramente represaliados por el franquismo.

Ahora, con la victoria electoral de los movimientos progresistas en los ayuntamientos de Madrid, Valencia y Barcelona (entre otros), y conociendo su ideología republicana, me atrevo a indicarles algunas pistas para conseguir avanzar en el tan deseado proceso constituyente:

Solo tienen que demostrar que la actual Constitución monárquica de 1978 es ilegal, pues va contra la legalidad de la Constitución republicana de 1931 al no haber derogado, en su momento, el decreto ilegal franquista de 19 de mayo de 1938, que supuestamente derogaba a la JAE y que luego, a través del Instituto de España, pasaba todos sus bienes a la Universidad y al recién creado CSIC, institución que sigue funcionando.

Recordemos que en cambio sí se hizo en su momento la restitución de la Generalitat de Catalunya en septiembre de 1977, que había sido derogada por el decreto ilegal de Franco del 8 de abril de 1938 desde Burgos, ya que estuvo funcionando hasta el final de la guerra en dicho territorio catalán, bajo la legalidad republicana.

Como está demostrado a través de libros, artículos, congresos y dos placas (una en Madrid, edificio Rocasolano del CSIC y otra de Enrique Moles en Barcelona, en su casa natal), la institución republicana de la JAE no pudo ser disuelta por un ministro de educación golpista, como Sáenz Rodríguez (creador de la Orden ilegal de Alfonso X el sabio) y Franco desde Burgos en 1938, simplemente porque estaba funcionando en el territorio republicano, por lo que todo lo que sobre esa ilegalidad se organizó , como el CSIC, que fue creado en noviembre de 1939 por el siguiente ministro franquista de educación, Ibáñez Martin, no tiene legitimidad jurídica.

Por cierto, hace unos días se puso un busto del expresidente, Leopoldo Calvo Sotelo (académico de la real Academia de Ciencias Morales), en el Congreso de los Diputados, con presencia entre otros, de su mujer, la hija de ese nefasto ministro Ibáñez Martin, el gran depurador de los maestros y científicos republicanos, primer presidente del CSIC .

Uno de sus nietos, Víctor Calvo Sotelo Ibáñez Martín, actual secretario de Estado de Telecomunicaciones, del PP, fue el encargado de la ceremonia.

¡La oligarquía española se resiste a dejar de mandar, para eso ganaron la guerra, tras un golpe el 18 de Julio de 1936!

Esperemos que con los nuevos tiempos les pongamos en su sitio. A ello nos puede ayudar la republicana y valiente Junta Para Ampliación de Estudios, con su gran prestigio y ejemplo.

Nota:
– El Congreso recibe un busto de Calvo-Sotelo donado por el Colegio de Ingenieros de Caminos

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