VII: Surge la Oposición de izquierda, 1923
Por Diego Farpón. LQSomos.
– I: 1923: el partido bolchevique en la encrucijada
– II: Lenin y la conciencia de la burocratización del partido bolchevique
– III: Lenin y el combate contra la burocratización del partido bolchevique
– IV: La cuestión nacional y el combate por el bolchevismo
– V: Kronstadt o el día que el partido impuso su voluntad
– VI: Aislamiento de Stalin, pasividad de Trotsky
Habíamos dejado a nuestras/os bolcheviques en el XII Congreso, que tuvo lugar en abril de 1923. Como vimos, fueron derrotados distintos grupos que se oponían a la línea dominante, con la complacencia de Trotsky, al que había pedido ayuda un Lenin enfermo y que nunca más volvería a participar de la política, pese a que físicamente sobreviviría hasta enero de 1924. Stalin, apoyándose en Zinóviev y Kámenev, mantuvo el dominio de la dirección del partido.
A partir de este momento la clase obrera es golpeada desde todos los flancos: en el frente interno avanza la burocratización del partido, en el externo irrumpe una violenta crisis social: “(…) a partir del otoño de 1922, la subida de los precios industriales suscita la extensión del paro: los 500.000 parados de entonces aumentan hasta alcanzar la cifra de 1.250.000 en el verano de 1923 (…)” (epb, p. 233). Como sabemos, la revolución en Europa no cristaliza y no empuja la Revolución rusa (la Revolución alemana, en la indecisión, es nuevamente derrotada tras el verano de 1923).
El rumbo del partido y la situación de la clase obrera activarán, al fin, una gran oposición. Por un lado entrará en escena Trotsky: el día 8 de octubre “(…) Trotsky dirige al comité central una carta que le constituirá en jefe de la oposición (…)”. Pero el resto de disidentes no dormía. El mismo 15 de aquel octubre, “(…) cuarenta y seis militantes -de los que, al menos algunos, conocían la iniciativa de Trotsky pero cuya acción era completamente independiente de este último- dirigen al comité central una declaración (…)” (epb, p. 242).
En cualquier caso la dirección del partido no va a aceptar los reclamos democráticos que pide la oposición: acusan tanto a Trotsky como a los 46 de fraccionalismo y la declaración no será publicada. Sin embargo el empuje de la oposición es tan grande que el partido ha de ceder para no implosionar: entre noviembre de 1923 y marzo de 1924 va a tener lugar un enfrentamiento abierto en las páginas de Pravda. Preobrazhensky abre fuego contra la dirección, señalando que no sólo no se cumplen los acuerdos del X Congreso -sustitución de los métodos militares por los democráticos- sino que cada día, en mejores condiciones una vez superada la guerra, “(…) hemos intensificado el burocratismo, la petrificación y el número de cuestiones que se deciden a priori desde arriba (…)” (epb, p. 246).
Pese a las apariencias, la dirección comienza las maniobras para que no cambie nada. Sirva de ejemplo señalar que el responsable de Pravda “(…) Konstantinov, es destituido por haber protestado el día 16 de diciembre al escribir: “la calumnia y las acusaciones infundadas se han convertido en las armas de discusión de numerosos camaradas; es preciso evitar esto”” (epb, pp. 251-252), pero también porque “(…) organizaba las discusiones en Pravda sobre la base de la igualdad en el derecho de expresión (…)” (ccS, p. 47). “(…) Su sucesor no resulta más dócil a las directivas del comité central y será, a su vez, destituido (…)” (epb, p. 252).
Si ocurrió antes no lo sabemos, Serge señala, y nos parece adecuado recuperarlo, hablando de Kronstadt, que : “(…) la verdad sobre el conflicto fue hurtada al país y al Partido por la prensa, que, por vez primera mintió (…)” (lddlUylGCE, p. 178).
Finalmente, la dirección acabará eliminando de las páginas de Pravda un debate que no era de su agrado. Paralelamente, desmantela a la oposición: mientras algunas/os son expulsadas/os del partido -incluidos miembros del CC de las Juventudes Comunistas-, otras/os son enviados a localidades apartadas en la misma URSS e incluso habrá quienes serán enviados al extranjero. Como resultado de todo ello la oposición será derrotada tanto en la XIII Conferencia como en el XIII Congreso, de mayo de 1924.
De hecho, la maquinaria burocrática venía actuando desde tiempo atrás: desde 1921 Krestinsky había sido enviado a Alemania, desde 1922 Joffe se encontraba en China y, finalmente, saltaron las alarmas cuando Rakovsky fue expulsado a Londres como diplomático en julio del mismo 1923. Esto hizo que la declaración de los 46 no pudiese ser firmada por lo que Broué llama “los exiliados de la diplomacia” (ccS, p. 43), pero también, claro, hizo que estos bolcheviques no pudiesen seguir articulando la oposición.
– I: 1923: el partido bolchevique en la encrucijada
– II: Lenin y la conciencia de la burocratización del partido bolchevique
– III: Lenin y el combate contra la burocratización del partido bolchevique
– IV: La cuestión nacional y el combate por el bolchevismo
– V: Kronstadt o el día que el partido impuso su voluntad
– VI: Aislamiento de Stalin, pasividad de Trotsky
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